
Cuando me desperté mi papá me dijo que mañana iríamos a Buenos Aires. Preparé mis valijas y mi mamá me dijo que debería meter al Negro en una trasportadora. El nene dijo que no, pero el Negro dijo que sí podía. Lo metieron en la transportadora y se fueron al aeropuerto.
Subieron al avión y llegaron a Buenos Aires. Fueron a la casa del tío Casimiro y vieron a Pulqui durmiendo. El nene presentó al Negro con Pulqui. Pulqui se sentó y fue con el Negro al patio. La familia del nene volvió a su casa y Pulqui y el Negro tuvieron hijos y así fueron una familia de verdad.